mi historia

¡Hola!

Soy Pilar González, y quiero compartir mi inspiradora historia contigo. Mi deseo más profundo es que esta narrativa te motive a tomar el control absoluto de tu salud y tu vida.

Desde mi infancia, luché con problemas alimenticios. Siendo una niña con curvas en una sociedad obsesionada con la delgadez, me sentía avergonzada de mi cuerpo y desesperada por perder peso, aunque no sabía por dónde empezar.

La tristeza de no poder vestirme como las demás niñas era constante. A pesar de no ser obesa, mi cuerpo se desarrollaba más rápido que el de mis compañeras, lo que me obligaba a usar ropas de adulto que detestaba profundamente.

Aunque pueda sonar superficial, el daño a mi autoestima y confianza fue inmenso. Sé que esta experiencia es lamentablemente común, especialmente en la sociedad superficial en la que vivimos. A lo largo de mi adolescencia, experimenté con todas las dietas de moda en un intento de lograr resultados que, lamentablemente, nunca se materializaban o se esfumaban tan velozmente como habían aparecido.

Con el tiempo, la fuerza de voluntad se agota, y llegó un momento en el que opté por renunciar a la batalla constante contra la comida.

Mi plan B fue hacer ejercicio para poder disfrutar de lo que comía sin preocupaciones. Esto funcionó durante un tiempo, pero cuando llegué a la universidad y tuve que reducir mi actividad física, vi cómo todo mi progreso se desvanecía.

En ese momento, me sentí perdida y decidí conformarme con hacer lo que podía, prometiéndome que algún día buscaría una solución.

El problema es que, como la mayoría, no sabía realmente lo que necesitaba para tener un cuerpo saludable, no solo atractivo, sino enérgico y vital. Así que seguí comiendo lo que tenía a mano, pensando que mientras no me hiciera daño, estaba bien.

Los años pasaron y, como consecuencia de no cuidar mi salud, empecé a sentir dolores y molestias en varias partes del cuerpo. Al principio, los ignoré, pero se volvieron tan persistentes que ya no podía conciliar el sueño sin hacer estiramientos o usar ungüentos relajantes.

Finalmente, decidí que esta no era la vida que deseaba. Entonces, me dije a mí misma:

¡Basta, ya es suficiente!

A partir de hoy, asumo la plena responsabilidad de mi salud y estoy decidida a descubrir lo que necesito para volver a sentirme bien.

Con Marco Fonseca
Chef, consultor y profesor del Instituto Macrobiótico de Portugal.

Con Ignacio Aragüés
Chef, dietista y consultor en mindfulness y fundador de “Macrobioteca”.

Con Rosa Tugores
Directora de la Escuela de Macrobiótica Mediterránea.
Consultora macrobiótica y profesora de cocina energética y medicina.

Con Timothée Messager “Tim Lipouz”
Cocinero macrobiótico especializado en el desarrollo de talleres basados en alimentos vegetales. Desde su recolección hasta su disfrute en la mesa.

Desde ese momento me obsesioné con el estudio y la comprensión de qué se entiende por una la alimentación saludable, así como con el descubrimiento de los hábitos de vida que llevan a una salud mental y emocional.

Mi obsesión se vio fortalecida por la aparición del COVID-19. Tenía aún más motivos para seguir estudiando y profundizando en el tema.

Estudié los principales autores Bestsellers en los campos de la salud y el bienestar, descubrí el Instituto de Nutrición Integrativa de Nueva York, la principal escuela de Health Coaching del mundo y no dudé en formarme en la misma; así como muchas otras formaciones de especialización en cocina macrobiótica mediterránea, proceso digestivo, metabolismo, etc.

Comencé a poner en práctica todo lo que iba aprendiendo primero en mí y seguidamente en mi marido, mi madre y, en lo que yo denomino mi grupo piloto –un grupo de amigos que se ofrecieron como “conejillos de indias”-.

Los resultados han sido palpables:

Mis dolores han desaparecido, no recuerdo la última vez que estuve enferma, gozo de una energía maravillosa que puede corroborar cualquier persona que me conoce. Y, por fin, me siento cómoda y satisfecha con mi imagen física.

Mi marido se ha convertido en uno de mis principales fans, puesto que, como el mismo reconoce, nunca pensó que comer saludable era tan sabroso.

Mi madre, con 77 años, más de 5 operaciones, dos prótesis de rodilla, una de hombro, jubilada por incapacidad laborar y habiendo sido diagnosticada de hipertiroidismo goza de una salud envidiable. Es una persona totalmente independiente, autosuficiente con muchas ganas de vivir y no consume ni un solo fármaco.

Y en cuanto a mi grupo piloto, formado por 2 personas que nada tienen que ver genéticamente conmigo, ni entre ellas, los resultados han sido extraordinarios. Te invito a que los conozcas en la sección “Testimonios”.

Ahora te pregunto:

¿HA LLEGADO TU MOMENTO?
¿Quieres recuperar el control sobre tu salud?

Ten en cuenta que:

¡Si nosotros LO HEMOS CONSEGUIDO, tú también LO PUEDES CONSEGUIR!

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