No todos los días estamos al 100%

POR María del Pilar González González
27/08/2024

Mujer reflexionando mirando al mar.

A veces, no estamos al 100%, y ¿sabes qué? ¡Eso está bien! Seguro que conoces esos días en los que la energía parece desaparecer y la motivación se va al suelo. Pero adivina qué... ¡Es totalmente normal!

Vivimos en un mundo que valora la productividad y la eficiencia, y siempre se espera que demos lo mejor de nosotros. Pero la verdad es que somos humanos, no máquinas, y no todos los días podemos rendir al máximo.

La clave está en aprender a manejar esos días bajos sin culpas y con mucha autoaceptación.

Déjame compartirte mi experiencia. Esta falta de energía suele aparecer cuando hago algo que no me gusta, no he dormido lo suficiente o me siento emocionalmente agotada.

Entonces, ¿qué hago para reconducir mi día cuando me encuentro ante este desafío?

1. Reconozco mis límites: Admito que no estoy al 100%, que estoy cansada o desanimada.
                                “Lo que no se reconoce no se trasciende.” 😉

2. Me doy permiso para aflojar: Acepto que ese día mi ritmo será diferente, sin auto-exigencia.

3. Reflexiono sobre la causa: ¿Por qué me siento así?

¿Tareas que no disfruto?

¿Falta de descanso?

¿Cansancio emocional?

4. Contrarresto o hago contributivo lo que me sucede: Me re-dirijo hacia un estado de mayor bienestar. Aquí algunos ejemplos:

- Tareas que no disfruto: Me explico a mí misma la importancia de lo que estoy haciendo y cómo beneficiará mi bienestar, ya sea de forma directa (por ejemplo: planchar me facilitará vestirme la siguiente semana) o indirecta (trabajar en algo aburrido me dará igualmente una compensación económica para adquirir bienes o invertir en mí).

- Falta de descanso: Aprovecho cualquier momento del día para recargarme. Por ejemplo, durante mi descanso, me retiro a un lugar tranquilo para meditar y recobrar energía, o descanso 15 minutos en mi coche. Tomar café no es buena idea; te dará energía por poco tiempo y luego te sentirás aún más cansado/a.

- Cansancio emocional: La meditación o un ejercicio de gratitud siempre me ayudan. Agradezco por todo lo que tengo en mi vida, desde estar viva hasta las personas que me rodean y se preocupan por mí. Estas actividades elevan mucho mi vibración y energía.

 

Lo importante es hacer lo mejor que puedas con lo que tienes. Al final, tú decides cómo manejar la energía que tienes cada día.

 

Por último, para seguir ayudándote de una forma más directa y cercana, quiero invitarte a mi próximo taller GRATUITO:

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Espero verte allí y seguir compartiendo este camino hacia una vida más plena y equilibrada.

 

Con cariño 💚,
Pilar González

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